Fundamento teórico de la práctica



1.1Comprensión lectora:


La comprensión lectora es entendida como un proceso interactivo mediante el cual el lector ha de construir una representación organizada y coherente del contenido del texto.
Cada uno de los factores del proceso de la lectura (texto, contexto y lector) aporta en el proceso de construcción de los significados, los cuales, son relativos, es decir cada lector comprende un texto de acuerdo con su realidad interior, con su experiencia previa, su nivel de desarrollo cognitivo, su situación emocional, etc.

La relatividad de la comprensión alude a que diferentes lectores comprenden de forma diferente un mismo texto, lo cual se explica por la singularidad de los sujetos.

Ejemplos: Cuando hablamos o escribimos a partir de un texto leído cada uno lo hace desde su propia visión, no encontramos dos mentes que piensen idénticamente (vemos diferentes interpretaciones).


Sin embargo, no siempre que se lee hay una comprensión de lo que se dice allí o incluso puede haber una comprensión errónea debido a que no se capta el significado plasmado por quien en este caso escribe (para no desconocer que la comprensión también hace referencia a captar el significado que otros han querido transmitir a través de sonidos, imágenes, colores y movimientos).

El proceso de comprensión es mucho más profundo que el hecho de leer ya que no obedece meramente al hecho de realizar una decodificación del lenguaje o conocimiento del significado de las palabras usadas en éste, es necesario establecer o identificar por parte de quien lee el contexto en el cual se enuncia un texto porque de ello depende en muchas ocasiones su interpretación y por su puesto de su nivel cognitivo.





1.2 Niveles de comprensión lectora:


CATEGORÍAS PARA EL ANÁLISIS DE LA COMPRENSIÓN LECTORA[1]


Niveles para caracterizar modos  de leer, los cuales no se de manera absoluta, sino como una opción metodológica  para caracterizar estados de competencia  en la lectura.


NIVEL
LITERAL

NIVEL
INFERENCIAL

NIVEL
CRÍTICO INTERTEXTUAL

Las lecturas de este nivel,  están centradas las estructuras superficiales de los textos y  constituyen el primer paso para avanzar a los otros niveles.
Esta lectura se puede implementar de dos maneras: Literalidad transcriptiva  y  Literalidad en el  modo de la paráfrasis

(I) Literalidad transcriptiva
 En ella el lector reconoce palabras y frases con sus correspondientes significados de diccionario  y las asociaciones automáticas  con su uso.
  
(II) Literalidad en el  modo de la paráfrasis
En este modo el lector trascended la transcripción para hacer una traducción semántica en donde las palabras semejantes
“Se trata del reconocimiento del primer nivel de significado del mensaje”[2], se activan las macrorreglas, Van Dijk 1980, necesarias en toda comprensión de texto, que conllevan a generalizar, seleccionar, omitir e integrar la información fundamental

Este nivel está relacionado con la categoría inferencial.

 El lector realiza inferencias cuando logra establecer relaciones y asociaciones entre los significados, lo cual conduce a formas dinámicas del pensamiento, como es la construcción de relaciones de: implicación, causación, temporalización, espacialización, inclusión, exclusión, agrupación, etc., inherentes a la funcionalidad del pensamiento y constitutivos de todo texto.

Se infiere a lo no dicho en el acto de decir (Ducrot, 1988).

El acto de leer, entendido como búsqueda de sentido, conduce a permanentes deducciones y presuposiciones, a complementaciones de los intersticios textuales (cooperación textual,  Eco 1998).

En la inferencia se hallan los procedimientos propios de la presuposición (o hipocodificación). Desde del enfoque semántico comunicativo (Baena, 1990).



En este nivel de lectura se explota la fuerza de la conjetura,  es decir, la puesta en red de saberes de múltiples procedencias, lo intertextual.

La explicación interpretativa se realiza por distintos senderos: va desde la reconstrucción de la macroestructura semántica (coherencia global del texto), pasa por la diferenciación genérico-discursiva (identificación de la superestructura): ¿es un cuento, una historieta, un poema, una noticia, una carta...?) y desemboca en el reconocimiento de los puntos de vista tanto del enunciador textual y el enunciatario, como de las intencionalidades del autor.

En este tipo lectura hay un  momento en donde todo lector se posiciona críticamente, corresponde a la emisión de juicios respecto a lo leído.  Eco (1992) identifica como el  proceso mediante el  cual el sujeto lector activa sus saberes para conjeturar y evaluar aquello que dice el texto e indagar por el modo como lo dice.

Tales movimientos del pensamiento conducen a identificar intenciones ideológicas de los textos y de los autores y, en consecuencia, a actualizar las representaciones ideológicas de quien lee. Este proceso converge finalmente en el reconocimiento valorativo del mismo texto en relación con los otros textos de la cultura, y que se pueden manifestar, a manera de citación, de alusión o de imitación.



1.3 El texto Argumentativo[3]:

El texto argumentativo tiene como objetivo atacar o defender una opinión haciendo uso del lenguaje, mediante justificaciones o razones con el fin de persuadir a su destinatario (lector). La finalidad del locutor puede ser probar o demostrar una idea o tesis, refutar la contraria, o bien disuadir al receptor sobre determinados comportamientos, hechos o ideas.

La argumentación, por importante que sea, no suele darse en estado puro y suele combinarse con la exposición. Mientras la exposición se limita a mostrar, la argumentación intenta demostrar, convencer o cambiar ideas. Por ello, en un texto argumentativo además de la función apelativa presente en el desarrollo de los argumentos, aparece la función referencial, en la parte en la que se expone la tesis.
La argumentación se utiliza en una amplia variedad de textos, especialmente en los científicos, filosóficos, en el ensayo, en la oratoria política y judicial, en los textos periodísticos de opinión y en algunos mensajes publicitarios. En la lengua oral, además de aparecer con frecuencia en la conversación cotidiana (aunque con poco rigor), es la forma dominante en los debates, coloquios o mesas redondas.
Los textos argumentativos son aquellos en los que el emisor tiene como intención comunicativa prioritaria la de ofrecer su visión subjetiva sobre un determinado tema. En tanto que argumentar es, por definición, un procedimiento persuasivo, aparte de toda la información que a través de estos textos se pueda proporcionar (lo que implica que casi siempre haya también exposición), existe implícitamente en ellos también la intención de convencer al receptor acerca de lo que se está diciendo.

Algunos tipos de texto argumentativos son:

1.3.1 El ensayo:
Es un tipo de texto mediante el cual el autor  interpreta, analiza o da su juicio acerca de un determinado tema. Éste a su vez posee un carácter informativo o didáctico, reflejando la postura del autor y su opinión  personal acerca de diferentes temáticas: filosóficas, científicas, religiosas, históricas, etc;  a diferencia de otros escritos el ensayo se caracteriza por:
- Ser un escrito serio y fundamentado que se centra en un tema particular.
- Poseer un carácter preliminar e introductorio antes de entrar en materia, en el tema a desarrollar.
- Tener un estilo profundo y generalmente, no usa la descripción detallada.
-Terminar con una conclusión del tema tratado ya sea a favor, en contra o posiblemente neutra.


 1.3.2 Artículos de opinión[4]:
La columna o artículo de opinión es un texto que manifiesta el sentir o el pensar (punto de vista) de una determinada persona, que suele ser un personaje notable o de relevancia en las letras, política u otras áreas y está ligada (en trabajo pero no necesariamente en compartir la línea editorial) al periódico.
El columnista, como se le llama a esta persona, escribe semanalmente o según lo acordado con la entidad. Se diferencia del editorial, pues este texto sí lleva la forma y el nombre de quien escribe. El lenguaje que se utiliza, por lo general, en las columnas o artículos de opinión, tiende a lo ameno, ya que pretende captar la atención de quienes lean y, posteriormente, su aceptación.
En ocasiones, las columnas o artículos difieren del pensamiento del diario o de la institución y esto queda expresado en las líneas que contemplan los párrafos, en los que se puede abarcar distintos temas, tengan o no importancia, quedando a la subjetividad, la elección de éste por parte del autor de la columna. Asimismo, quien escribe tiene total libertad en el uso de los recursos estilísticos que incorpore, sin embargo, hay limitantes en cuanto a la cantidad de palabras, por ende, letras a escribir y a que su columna sea entendible para los lectores.



 1.3.3La reseña[5]:
En el mundo profesional y académico moderno se hace mucho uso de la reseña como medio de información, crítica de libros y trabajos que se van publicando.
La reseña a diferencia del resumen agrega a su carácter informativo y de contenido una parte que es valorativa. El resumen no lleva juicios críticos.
Al redactar una reseña debemos:
a.    Extraer de la obra las informaciones interesantes para nuestra propia cultura o la del público a quien va dirigida dicha reseña.
b.    Presentar las informaciones en forma corta. Esto se logra si comprendemos o asimilamos bien lo leído.
c.    Dar a conocer, en pocas líneas, una opinión crítica, justa e imparcial, de todo el contenido del libro, la película, el artículo o lo que se esté reseñando. Este juicio crítico debe sustentarse citando textual o literalmente expresiones o resumiendo algunos apartes.
La reseña debe llevar al principio la referencia bibliográfica (autor, título, lugar de origen de la película, libro, artículo u obra que se está trabajando).

Como debemos partir del hecho de que los lectores de la reseña que estamos elaborando desconocen la obra o hecho que es nuestro objeto de análisis, debemos tener cuidado con lo que decimos, tanto en la parte objetiva (información sobre el contenido) como en la parte subjetiva (apreciación del contenido), porque de acuerdo con lo que expresemos, el lector decidirá si lee o se interesa por nuestro objeto de análisis.
En última instancia es conveniente informar al lector acerca del tipo de obra o libro que estamos reseñando, si es de carácter histórico, novelesco, filosófico, estético, biográfico, técnico, etc.

1.3.4 La editorial de un periódico o revista[6]:
Este texto como su nombre lo indica suele aparecer en los periódicos y revistas, generalmente aparece en una parte preferente dentro de la sección de opinión de un medio de comunicación, aunque el editorial no lleva firma ya que resume una opinión colectiva, hay periodistas encargados de su redacción, los llamados también editorialistas, en casi todos los casos este es escrito por el director del periódico o revista.

El editorial está siempre ligado a la actualidad, ya que su relación con un hecho reciente es lo que le otorga la característica de mensaje periodístico y lo aleja de ser un ensayo breve.
Las funciones del editorial son explicar los hechos y su importancia, dar antecedentes (contextualización histórica), predecir el futuro, formular juicios morales o aspectos de valor y llamar a las acciones.
Se informa sobre un acontecimiento acerca del que se va a opinar, pero no se detiene en él, sino que los datos informativos que aporte serán únicamente el hilo conductor de las opiniones. Se explica el tema también porque el editorial presenta una visión articulada y relacionada de los acontecimientos, lo que ayuda a la comprensión del tema por parte del lector.
También tiene una función indagadora de lo que puede llegar a significar lo que está ocurriendo, captando el síntoma de futuros acontecimientos. El editorialista debe distinguir entre lo que hay de pasajero y accidental en un hecho, de lo que es decisivo.




[1] lineamientos curriculares de lengua castellana ministerio de educación nacional Ministerio de educación Nacional, M.E.N  1998. Pg. 112 Y 113. Categorías propuestas por  Fabio Jurado, Mauricio Pérez Abril y Guillermo Bustamante, que a su vez son consecuentes con los planteamientos desarrollados por el grupo del  ICFES, exámenes de estado para el ingreso a la educación superior, pruebas de lenguaje,  de  Ernesto  Cuchimaque Daza,  Bogotá 1998
[2] Eco Umberto. Los límites de la interpretación, Barcelona 1992. En lineamientos curriculares , M.E.N  1998
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Texto_argumentativo
Gonzáles de Chavez Lucila.Español y literatura, nueva edición.Medellín 1993. BEDOUT EDITORES S.A. 1989.

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