LA EVALUACIÓN:
CUESTIÓN DE SENTIMIENTOS, PODER Y ÉTICA
El
maestro Jorge Fasce nos devela que la evaluación tiene un profundo significado
emocional no solo en los alumnos sino
también en docentes, ello basado en estudios que éste ha realizado en los
últimos quince años en los talleres de evaluación para docentes en Argentina.
Fasce
nos muestra algunos ejemplos de temores por parte de quienes serán evaluados:
temor porque el profesor (a) generó miedo con su actitud, desorientación,
sorpresa, miedo a defraudar el docente, no querer fallar por el esfuerzo que
hace la familia para brindarle estudio, sentir que se evalúa las cualidades y
no el desempeño académico… En el caso de estar en el rol de evaluador los
temores son otros: responsabilidad de promoción o no de un estudiante,
cuestionarse como docente por las fallas de los estudiantes, que no se enseñó
bien porque la mayoría no aprobaron, que se crea que es poco exigente porque
todos o la mayoría pasaron…
Estos
temores son naturales, sin embargo este maestro nos muestra que la enseñanza es
un proceso que requiere poder para
llevarlo a cabo, siempre habrá alguien que sabe más o de forma diferente y está
capacitado para lo que enseña. Un docente debe saber guiar a sus alumnos,
ayudándolos en su proceso de construcción, desarrollo y adquisición de
aprendizajes nuevos y corregir fallas.
El
proceso de enseñanza puede conllevar a dos grandes riesgos como nos lo menciona
Jorge Fasce: la impotencia o la omnipotencia. Éste último se hace evidente en
el momento de la evaluación donde el educador se muestra como el que todo lo
sabe, en otras ocasiones trata de exigir niveles más elevados de los
contenidos, objetivos y actividades practicadas; todo ello por mostrarse como
dominador de altos niveles de calidad.
No
obstante el escritor nos manifiesta que para que las evaluaciones sean eficaces
no es necesario caer en cuestiones instrumentales: cómo se diseñan las tablas
de especificaciones, cómo deben ser los parámetros de corrección, etc. Éstos
son aspectos técnicos que se puede aprender revisando una buena bibliografía o
con la asesoría de capacitadores.
Para
este maestro argentino es muy importante trabajar las cuestiones emocionales, de
poder y de ética en los futuros docentes, éstas últimas aunque no se encuentran
frecuentemente en las bibliografías es importante tenerlo presente:
El
evaluado debe conocer sobre qué se le va
a evaluar, con qué instrumentos, de cuánto tiempo dispondrá para la evaluación,
etc. En esta medida es interesante mirar
las consecuencias técnicas que se puedan tomar al respetar y practicar estos
principios éticos; los estudiantes deberán participar en la enumeración junto
con el docente de los contenidos que se le evaluarán que no serán otros
diferentes a los que se han venido trabajando desde el inicio de las clases.
Tener
en cuenta a los estudiantes en el momento de planear las estrategias
pedagógicas y didácticas para la evaluación ayudaría a que muchos de los
temores y aspectos preocupantes en el momento de llevar ésta a cabo se
evitarían.
Finalmente,
el maestro Fasce plantea que debemos procurar por que los estudiantes puedan
llegar a hacer metacognición: comprender
qué y cómo han aprendido, para que ellos creen herramientas cognitivas para
la construcción de nuevos aprendizajes.
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